lunes, 8 de noviembre de 2010

El Líder y el Alineamiento del Equipo de Trabajo

Una de las responsabilidades esenciales de los líderes es alinear al equipo de trabajo para lograr alcanzar la visión y las metas de la organización y obtener los resultados esperados.

Cuando hay alineación del equipo las personas trabajan motivadas, además las personas no sienten que están renunciando a sus intereses y proyectos personales a favor de la visión y los objetivos del equipo y los fines de la organización, sino que la visión compartida y comprometida se transforma en una prolongación de sus visiones personales, en las que estas últimas crecen y se fortalecen en la medida que la visión de la organización se cristaliza. Las personas descubren como sus visiones personales cobran vida en la visión de la organización, porque sienten que caminan en la misma dirección.

El alineamiento es una condición necesaria para que la energía de la persona no se disperse o derroche, sino que sea canalizada con enfoque y en forma productiva.

Cuando un equipo de trabajo está alineado:
  • La mayoría de las personas reman en la misma dirección.
  • Hay verdadera sinergia y se maximizan las competencias de la gente.
  • Se reúne un núcleo de personas que se compromete para alcanzar y lograr la visión e implementar las estrategias.
  • Su equipo comprende hacia donde usted como líder quiere ir y ellos también quieren acompañarle. Se adueñan y se responsabilizan de la visión.
  • Surge una dirección común y las energías se armonizan.
  • Hay una acción coordinada. Hay dialogo y cooperación.
Pero el alineamiento no es automático, hay que provocarlo intencionalmente, para ello el líder requiere:
  1. Establecer una comunicación con sus seguidores
  2. Aprender a escuchar a sus seguidores
¿Qué información necesita compartir el líder con sus seguidores?
  •   Compartir sus sueños y anhelos para el futuro
Sus seguidores necesitan estar informados para dar lo mejor de sí y adquirir compromiso. A la gente no le gusta dar lo mejor de sí en algo que desconoce. De modo que hable abiertamente de lo que le preocupa, de aquello con lo que está luchando. Hable de sus propias experiencias.

Es importante que sus seguidores sepan cuáles son sus convicciones, sus creencias y sus valores con respecto a determinados temas. En otras palabras, cuál es su postura frente a la gestión, la visión de la organización, la integridad, etc. Este aspecto de la comunicación es vital, porque las personas primero aceptan y se comprometen con el líder y luego con las visiones. El alineamiento es primero con el líder y luego con la organización
  • Comprender que las personas a su alrededor quieren y necesitan saber:
  • ¿Hacia donde va el líder? ¿Cuál es su trayectoria?
  • ¿Me puede este líder hacer llegar allá?
  • ¿Me amará a lo largo de la trayectoria?
  • ¿Está el líder sensibilizado acerca de mis necesidades?
  • ¿Cuáles son sus convicciones y creencias? ¿Qué es no negociable para el líder?
La información y el conocimiento compartido eliminan las suposiciones, los malos entendidos, las dudas e incertidumbres y propicia el proceso de alineamiento.
  • Aprender a escuchar a sus seguidores
  •  Usar en equipo los procesos organizacionales como la planificación estratégica, la toma de decisiones y la resolución de problemas, entre otros.
  • Fomentar el sentido de propiedad
  • Crear una ambiente – una cultura – que promueva la participación y el compromiso de las personas.
  • Realizar un seguimiento a la gestión de las personas, proveyendo retroalimentación a lo largo del proceso. Se requiere de un esfuerzo de realineación constante.
    Dice Manuel Barroso: “Un líder tiene que tener tiempo para sí y para los suyos, para los contenidos y los procesos, para las necesidades y todo lo que tiene que ver con educar: tutorear, orientar, dar apoyo y sobre todo hacer que el desarrollo sea una realidad”.
     




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