domingo, 7 de noviembre de 2010

Elementos del Trabajo en Equipo

Existen elementos imprescindibles para formación de equipos de trabajo a la hora de poner en práctica propuestas de aprendizaje en la formación de equipos de trabajo, para que funcionen eficientemente y permitan el desarrollo del aprendizaje.


Para la formación de un equipo de trabajo eficiente es necesario favorecer un proceso en el cual se exploren y elaboren aspectos relacionados con los siguientes elementos:
  1. Misión y objetivos.
  2. Cohesión y espíritu de equipo.
  3. Roles y responsabilidades.
  4. Comunicación y relaciones interpersonales.
  5. Reflexión y aprendizaje.

1. Misión y objetivos.

Es muy importante que los integrantes del equipo tengan objetivos en común en relación con el trabajo del equipo y que cada uno pueda explicitar claramente cuáles son sus objetivos individuales. Por ende los equipos efectivos tienen una misión clara y compartida, y metas bien definidas. Una misión clara del equipo describirá el propósito del equipo: el “por qué” de su existencia.
Los equipos de alto desempeño tiene un gran sentido de propósito que dirige la manera en que ese equipo contribuirá al mundo.
Una misión fuerte se centra en los logros y contribuciones que el equipo desea hacer, las cualidades que el equipo desea desarrollar, y los valores por las que el equipo quiere mantenerse y seguir trabajando. La misión guiará al equipo en sus actividades y en el desarrollo de sus metas. La misión puede ser corta y simple, pero su efecto en el funcionamiento del equipo puede ser significativo.


2. Cohesión y Espíritu de Equipo.


Se refiere a la atracción que ejerce la condición de ser miembro de un equipo. Los equipos tienen cohesión en la medida en que ser miembro sea considerado algo positivo y se sientan atraídos por el grupo. En los equipos que tienen asignada una tarea, el concepto se puede plantear desde dos perspectivas: cohesión social y cohesión para una tarea.
La cohesión social se refiere a los lazos de atracción interpersonal que ligan a los miembros del equipo.
La cohesión para la tarea se relaciona con el modo en que las aptitudes y habilidades del equipo se conjugan para permitir un desempeño óptimo.
Los objetivos a conseguir han de venir de la involucración de todas las personas que integran el equipo. El trabajar juntas permite resolver mejor los problemas y llegar a soluciones más rápidas y eficaces. El equipo tiene que entender que juntas alcanzarán la meta antes y mejor que individualmente. La actividad del equipo debe desarrollarse con voluntad de buscar retos desafiantes y desarrollarse en función de la satisfacción de los clientes tanto internos como externo a los que están dirigidos.

3. Roles y Responsabilidades.



Uno de los aspectos básicos de un equipo de alto rendimiento es la clara asignación de tareas y responsabilidades. Cada miembro del equipo debe conocer cuales son sus objetivos individuales que le competen. El equipo resultará efectivo si todos los participantes están concientes de las fortalezas y destrezas de los demás miembros del equipo, y si existe un claro entendimiento sobre quién está haciendo qué, de tal manera que no hayan mal entendidos ni obstáculos en los en las tareas. Por esto deben delimitarse las funciones que cumplirá cada persona, dar a conocer las normas de funcionamiento, y quién asumirá el liderazgo. Además, se debe respetar las funciones específicas de cada uno de los miembros. Las normas son las reglas que gobiernan el comportamiento de los miembros del grupo. Atenerse a roles explícitamente definidos permite al equipo realizar las tareas de modo eficiente. Puede resultar positivo realizar actividades en las cuales se discutan y acuerden los roles y normas del equipo para garantizar su apropiación por parte de los integrantes.

4. Comunicación y Relaciones Interpersonales.

Una buena comunicación interpersonal es vital para el desarrollo de cualquier tipo de tarea. Los equipos pueden tener estilos de funcionamiento que faciliten o que obstaculicen la comunicación. Pero ésta debe ser abierta y sincera entre las personas del equipo, cada una de ellas tendrá libertad para expresar sus opiniones y éstas de ser consideradas por los demás.
En un equipo debe respirarse un ambiente de libre opinión y aceptación de todas. El papel de todo líder y de todo encargado de un equipo es generar un clima en el cual la comunicación sea fluída, que se escuche a los otros y se manifiesten los desacuerdos, que exista respeto entre las personas, que se dé un nivel mínimo de real comprensión por el otro y que haya algún grado de afecto entre los integrantes. En la medida que se escuchan las opiniones de todos, se obtiene el máximo de información antes de decidir, y los integrantes se convencen con argumentos más que con votaciones.

Otro punto importante es la solución de problemas que es una destreza necesaria en la vida. Un problema puede ser definido como “cualquier situación donde se percibe que existe una brecha entre lo que es y debería ser”. Al utilizar esta definición, es claro que los equipos o grupos no sólo enfrentarán problemas, sino que los problemas deberían verse como oportunidades, para lograr llegar a un concenso entre todos los miembros del equipo. El resolver estos conflictos puede marcar la diferencia entre el trabajo en equipo positivo y las luchas constantes. Tener estrategias para comunicarse efectivamente y desarrollar relaciones interpersonales apoya al equipo a trabajar de manera coordinada para cumplir las tareas y cumplir las metas.

 

5. Reflexión y Aprendizaje.


El último requisito que es importante para lograr un buen trabajo en equipo es el desarrollo de la disposición a colaborar y a intercambiar conocimientos y destrezas. Esto implica contar con tiempo necesario para que cada integrante pueda mostrar a los otros lo que sabe y esté dispuesto a entregar los conocimientos que posee para que los demás también lo aprendan.
El aprendizaje colaborativo se caracteriza por la interdependencia positiva entre las personas participantes en un equipo, quienes son responsables tanto de su propio aprendizaje como del aprendizaje del equipo en general. Sus miembros se necesitan unos a otros y cada integrante aprende de los demás compañeros con los que interactúa día a día.
También es necesario que a medida que los equipos trabajen para alcanzar sus metas, se evalúen constantemente para que sepan como les va y qué es lo que pueden mejorar. Este espíritu de mente abierta y reflexión crea un clima grato en el equipo, ya que les permite ir perfeccionándose y mejorando su trabajo en pro de las metas y objetivos.
Tener en cuenta estos elementos puede ser de gran utilidad para la realización de las tareas y funciones, y por supuesto promover un verdadero trabajo en equipo donde "el todo sea mucho más que la suma de las partes".

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